Foto:Arenga.uy
NACIONAL 5 URUPAN 4MAYORES
02/09/2018
Llegamos a la final. Jugamos mal y ganamos bien.
Hay conceptos que están instalados y contra los que como entrenador es muy difícil luchar. El momento de analizarlos será después de finalizada la temporada.
Siempre, siempre me fijo objetivos acordes a las posibilidades. Siempre priorizo el resultado y sacar el mayor provecho posible de las características de cada jugador, pero sobre todas las cosas priorizo el objetivo colectivo. Ya sea ganar el partido, obtener una clasificación o minimizar un daño si fuera lo necesario.
La libertad en la elaboración no implica que no haya reglas. Las hay, son pocas y claras y de tenerlas en cuenta o no muchas veces depende el resultado final.
Que hacer cuando supero a un rival, que hacer cuando un compañero supera al rival, que líneas de pase ofrecer y cuales no, que hacer cuando me supera un rival, que hacer cuando un rival supera a un compañero, cuando "elegir" cortar y cuando no(y no hablo de un full involuntario), cuando entrar a robar el balón y cuando no, que necesita el equipo de mí en este momento y que necesita en este otro momento.
Todas esas pequeñas "cositas" que no san tan pequeñas, son casi gigantes son las que vuelcan los partidos en un sentido u otro.
En estos "gestos tácticos" individuales claves defino si un jugador jugó bien o mal, luego está la estrategia, y todos los demás items del juego.
El domingo en todo lo clave estuvimos mal.
El primer gol del rival nace de una pelota que no sacamos cuando estaba sucia en el área, la misma deriva hacia el delantero de Urupan que remata y al desviarse en un defensor de nuestro equipo entra en el palo opuesto al que iba Café.
Empatamos con gol de Palleiro que jugó al pivot con Varietti recibió la devolución y remató bien.
Nos adelantamos con gol de Leandro Ataides de zurda en situación de superioridad.
El gol del empate es de jardín maternal. Pared, Ramos suelta a su jugador y se va a doblar. Gol.
Antes del final del primer tiempo Agustín Sosa nos adelanta con remate cruzado tras recibir un despeje de Ramos de lado a lado.
Con el segundo tiempo recién iniciado Leandro pierde un balón de ultimo, toma al rival de la remera y recibe la segunda amarilla. En inferioridad recibimos el empate. En ese minuto con uno menos recibimos una amarilla en el banco, lo que además nos restó un posible cambio.
Pero los rivales también se equivocan. Se va un jugador expulsado y en superioridad Gabriel define bien de afuera y otra vez nos ponemos en ventaja.
El quinto gol encuentra a Daguerre muy por delante de la línea del balón sin retornar a la defensa, controla bien y le cede a Palleiro con arco libre que define.
Con pocos minutos por jugar y dos goles arriba quedamos varias veces desbalanceados. Daguerre perdió las espaldas reiteradamente y no tuvo cobertura.
Finalmente Urupán descontó en una jugada en la que todos, jugadores en cancha y suplentes estaban atendiendo la actitud de Matías fuera del campo y no la pelota.
Ganamos porque fuimos más. Sufrimos porque jugamos mal y nunca hicimos lo que pedía el partido.
Estamos en la final de manera justificada por tercer año consecutivo, pero no debemos dar estas ventajas.
Cuando hay un pase disponible hay que hacerlo, cuando hay que correr para atrás no hay excusas y cuando hay que plantarse en defensa también hay que hacerlo.
Goles:
Gabriel Palleiro 3
Leandro Ataides 1
Agustín Sosa 1
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