Empezar
un editorial al día siguiente de una derrota siempre es duro. Pero cuando todos
conocían cuales eran las realidades estamos tranquilos.
No es
este comienzo peor que otros que he vivido, es más, creo que permite ver que el
camino empezó a recorrerse. Las derrotas como las victorias nunca son eternas y
en ese plano sabemos cual es el sendero a transitar. Construir nuestra propia
historia, formando, educando, convenciendo. Va a escampar.
En un
momento escuchar que hasta los números de nuestros movimientos perduran y se
ejecutan alegremente, no deja de sacarnos una sonrisa.
Perdimos
un partido, y se perdió un campeonato hace ya rato, pero los valores, la
dignidad, están intactos.
El
partido de ayer, Nacional lo encaró con dificultades, plantel diezmado y una
realidad muy adversa.
A las
lesiones, cambios de deporte, migraciones, debimos sumarle la ausencia de
Arjona por negligencia administrativa.
Así
puestas las cosas ante unas 200 personas tuvo lugar la justa más importante
del futsal de este país.
Comenzamos
el partido con dos jugadores en precaria condición física, por un lado Ruiz,
que llevaba 100 días sin tocar una pelota y Medina que llevaba 30 días sin
siquiera trotar. En el arco volvía Café después de dos semanas de ausencia,
Juan Romero y Matías Medero estaban jugando habitualmente y Agustín Sosa
completó el quinteto, un jugador de 19 años campeón en el Torneo de sub 20 con
Nacional y que ayer debió permanecer en cancha por 37 minutos.
Y
perdimos, es cierto, pero varias de las cosas que se dicen se vinieron al
suelo. En Nacional un plantel corto y sin experiencia jugaron pocos jugadores
como es habitual, en Peñarol un plantel largo y experimentado…jugaron pocos jugadores
y varios pocos minutos, una novedad.
Porque
el discurso va hasta dónde la realidad lo deja, y ahí, cuando ya no hay más
espacio para la apología y la demagogia se cambia y se pasa a lo fáctico, al resultado, ya no
importa lo otro, la profundidad del plantel se diluye y esa parte del discurso
se sustituye.
Los
cimientos es eso en lo que se basan los procesos, sabemos todos como evolucionará el nuestro y
en eso ya llevamos ventaja, 80 juveniles que trabajan de manera seria y en
consonancia con un plan.
Empezó
el partido, realizamos un planteo acorde a nuestras carencias, y en el mayor
lapso del juego lo ejecutamos con acierto.
Un robo
de Xavier Medina en media cancha le permitió correr sólo unos 15 metros para
luego pasar a Juan Romero que ya sin arquero la tocó de zurda al fondo del arco.
Iban 3
minutos cuando el gol de Juan, casi de inmediato otra situación clara en la que
Xavier se va hacia adelante a pura potencia y remata sólo, pasando la pelota al
lado del ángulo.
Con el
reloj en seis minutos llega el empate. Un gol en contra. Involuntario, obvio,
pero en contra, pues la pelota salía ancha y nuestro defensor que volvía la
metió en nuestro arco.
En 10
minutos y con un par de cambios el equipo perdió solidez, lo que nos puso en
límite de faltas y nos costó dos tantos.
No era
la realidad de la cancha, pero otra vez las ejecuciones libres nos ponían en un
estado de fragilidad peligroso.
Volvieron
Sosa y Medina, dos jugadas de corner consecutivas nos permitieron empatar y a
punto estuvimos de seguir de largo cuando otra vez Xavier Medina se llevó la
pelota hasta el área rival y dejó sólo Mauro Ruiz que remató al cuerpo del
arquero.El descuento había sido de Matías Medero(40 minutos una vez más) que
cumplió como siempre y el empate de Xavier Medina al lado del palo.
Dicho
sea de paso, gran partido de Mauro, con el diagnóstico confirmado, rotura de meniscos,
esperando la confirmación de su cirugía jugó el partido.
Antes
del final del primer tiempo llegaría otro gol rival, otra vez por una falta. Fue
en el rebote de la atajada de Sotelo que
logran marcar.
Cuando
estaba por finalizar esa etapa nuevamente Xavier Medina empata el partido,
aprovechando una falta con barrera cortada.
Se fue
la primera mitad 4 a 4.
Vino el
segundo tiempo y se vio la mano de Richard, que arrancó en el pivot, por algunos
momentos nos complicaron pero fuimos prácticos y no perdimos pelotas en la
salida.
Sin
embargo, recibimos el quinto gol en una jugada que tiene dos errores, uno
conceptual y uno de concentración.
El
primero, conceptual, nuestro marcador mira la cara del rival y se desentiende
de la pelota que le pasa al lado del pie donde podía haberla robado
tranquilamente y en el segundo palo, nuestro marcador suelta a su oponente unos
metros antes del final de la cancha.
Justo
en la mitad del segundo tiempo, penal sobre Sosa, que debutó con nota de
exoneración. Remata Medina y otra vez empatados.
Marcamos
fuera de posición en un corner, más un error de segundo palo y gol rival.
Estábamos
algo desgastados y un agarrón del Ruso le cuesta su segunda amarilla. Hasta ahí
era el mejor de la cancha.
Algo
menos de siete minutos por jugar y la manera de la que nos anotan el gol en
verdad nos alienta. Si, aunque parezca paradójico, en superioridad el rival
jugó con su mejor definidor al lado del palo y en la base los jugadores con
menos tiro, y a pesar de eso, y de dos minutos sin notarlo cuando expiraba el
tiempo, Richard la colgó en el ángulo.
Ya sin
el Ruso, con Mauro desgastado y en base al empuje de Medero, las combinaciones
de Sosa y Romero más la definición de Maxi Brindisi llegamos otra vez al
descuento.
Faltando
un minuto y medio nos fuimos arriba, sin orden, sin piernas pero con ganas y el
rival, con toda su profundidad de plantel, la tiró para afuera sin prejuicios.
Perdimos,
no hay nada para reprochar ni reprocharnos, sabemos cuál es el camino y la idea es transitarlo con convicción.
Ahora quedan
dos partidos para el cierre, Medina no estará en el próximo por suspensión,
Mauro seguramente ya no juegue este año. Los jóvenes abriéndose paso marcarán
el camino.
Goles:
Xavier
Medina 3
Juan
Manuel Romero 1
Matías
Medero 1
Maxi
Brindisi 1
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