SUB 20
19/08/2018
Se cierra el año para la categoría. El último partido de la temporada tuvo de todo. Cosas buenas y de las otras. El análisis del partido ocupará una parte de esta crónica, pero lo global será también parte central de la misma.
El camino del aprendizaje tiene sus curvas. Siempre sostuve, y mantengo, que es mejor aprender ganando. Que no es necesario pagar caro un error para no cometerlo más. Que es posible transmitir e internalizar cuales son las consignas fundamentales en un partido clave y llevarlas adelante con compromiso.
Hoy, empezamos mucho mejor, después de errar mucho nos adelantamos en el marcador, pero la toma de decisiones fue siempre sucia. Nunca hubo claridad para el pase en el momento justo, para explotar las falencias del rival y para minimizar nuestros defectos.
El inicio fue todo de Nacional. Yhordi sobre los 8 minutos puso el primero de tiro libre y luego Borche señaló el dos a cero sobre la raya tras un robo en primera línea.
Richard era desequilibrante, Pérez no tenía problemas en su sector, Borche cumplía con la función táctica solicitada y Yhordi también estaba claro.
Perdimos una situación muy pero muy favorable, una jugada de 20 metros de uno para golero la finalizamos sin que la pelota fuera al arco. De esa reposición de meta recibimos un gol.
Con el partido dos a uno a favor hicimos variantes que no mantuvieron el nivel del equipo. Por distintas razones no cumplieron con su rol y eso nos fue complicando.
En ataque Peñarol prácticamente no llegaba pero habíamos perdido el manejo del partido. Y lo perdimos desde las decisiones, desde el retrasar los ataques, el pausar las transiciones, el no dar el último pase.
Peñarol partió el equipo. No salió más jugando la lanzó larga con o sin presión y si bien no lastimó con eso siempre mantuvo dos jugadores mínimo por detrás de la línea del balón.
Sacan un par de bolas de la línea, Akim se pierde un gol increíble y cometemos un penal en una jugada que marcamos en línea sin cobertura del opuesto y con el pivot sin presionar la pelota.
La primera mitad que debió terminar con ventaja para Nacional por tres goles se fue con empate.
Y está claro que no hablamos de méritos, los goles se hacen o no. Y no los hicimos.
En el segundo tiempo empezamos mal. En los primeros minutos dimos ventajas, Peñarol tuvo dos pelotas en los palos y en ataque decidimos siempre mal. Cometimos muchas faltas de ataque que pagaríamos caro más tarde.
Richard ya no rindió lo mismo, la amarilla de Borche nos llevó a sustituirlo y eso también pesó en el tipo de partido que queríamos jugar.
El partido se emparejó, con las recetas ya mencionadas, Peñarol en largo o con alguna finta de su jugar brasileño y nosotros con el uno por uno de Richard y algún chispazo de Yhordi.
Se fue el tiempo regular con empate y en el alargue pasaron muchas cosas.
Quedamos en superioridad, hacemos todo mal. Tan mal que cedemos una sexta falta tras dos fulls de ataque y una falta defensiva sin ningún sentido a 20 metros del arco.
La ataja Luketich, por dos veces y en el rebote corremos la cancha y hacemos el gol en transición ofensiva.
Pasamos 3 a 2 y finaliza el primer tiempo del alargue.
Con el rival con dudas y sin saber si subir arquero o no, ganando, perdemos una pelota en el medio de la cancha por el pivot, teníamos TRES jugadores por detrás de la línea del balón, el pivot corre al rival 10 metros y le comete falta cuando era una jugada de tres defensas para dos atacantes.
Patean y nos empatan.
En la jugada se va expulsado el jugador del rival.
Quedamos en superioridad con el partido 3 a 3 y a falta de dos minutos y cincuenta segundos. En esas condiciones en una reposición defensiva del rival cometemos una mano. Otra sexta falta, otro gol.
Un gol de penal, dos goles de sexta, de ocho faltas del segundo tiempo 5 fueron de ataque más una mano en cancha rival.
Manejamos pésimo la superioridad. Todas las decisiones equivocadas y a pesar de eso tuvimos una falta a favor sin barrera. La pelota no fue al arco.
Con esa calidad de decisiones en los momentos claves se explica el resultado final.
Cuando se plantean las cosas no es por capricho, el feed back es fundamental, es lo que diferencia a un buen jugador de un jugador normal. El aprender de la experiencia, el no repetir errores, y en eso fracasamos.
Hicimos buenas cosas habrá que tratar de aprovecharlas, pero el objetivo no se cumplió.
En la derrota seguir pensando que estamos en el camino correcto, no buscar en los árbitros o en el rival ninguna justificación y lamentar el cierre del partido y el manejo erróneo de los momentos positivos y negativos que tuvimos durante el juego.
Será momento de que algunos de estos jugadores se integren al equipo mayor, y otros busquen nuevos rumbos. Más de diez serán sub 20 otra vez el año próximo.
Y hay que grabarse a fuego una frase que siempre manejamos: Es mucho mejor aprender ganando, no hay que regalar la oportunidades.
Goles:
Yhordi Segui 2
Ignacio Borche 1
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